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Estudiantes de la Universidad Nacional Experimental Del Táchira.

martes, 1 de marzo de 2016

Diferencias entre Producción por lotes y Flujo Continuo de Producción.

El flujo de material dentro de las organizaciones suele tender (utilizando el símil del flujo continuo que el agua mantiene en un río) ” a la inundación”, debido a los inventarios en proceso a lo largo y ancho de las lineas de producción. Una de las razones principales de estas “inundaciones” es que la producción convencional suele ser ejecutada en grandes lotes. Mal común en muchas organizaciones. La producción y los materiales se agrupan en grupos para su procesamiento por lotes en cada taller de trabajo a lo largo de la línea. En el gráfico adjunto podemos ver algunas de las diferencias existentes entre la Producción por Lotes y el Flujo Continuo de Producción, ordenadas según sus características. Demos un vistazo a algunos de ellas con más detalle.


Diferencia 1: Aproximación al proceso.
La producción por lotes, utiliza grandes grupos de piezas en cada punto del proceso dentro de una estación de trabajo. Estos grupos (lotes) se retienen en el proceso (y en ambos lados) hasta que todas las unidades que comprenden el lote se completan. Por el contrario, la Producción con Flujo Continuo, significa que cada pieza de trabajo una vez que ha sido procesada, se envía al siguiente proceso u operación para su procesamiento inmediato. Este flujo continuo sigue en movimiento hasta que cada pieza de trabajo queda completada como un producto terminado. Hay poca o ninguna retención de las piezas de trabajo a lo largo de los procesos.
Diferencia 2: Diseño y disposición en planta de los equipos.
En la producción por lotes, la disposición de los equipos en el taller, por lo general, cuenta con equipos agrupados en filas de máquinas que además todas ellas cumplen con la misma función. Esto es la disposición de “taller de trabajo”. Los talleres típicos de prensas, con multitud de prensas, una al lado de la otra o talleres de tornos, son dos ejemplos de esto que estamos comentando. Estoy seguro que muchos de nosotros habremos observado este tipo de disposición en planta, en multitud de organizaciones, talleres, o fábricas.
Por el contrario, ya que el flujo continuo de producción significa el procesamiento y el envío de una sola pieza de trabajo a la vez, debería haber poco manejo y transporte de materiales (o materias primas) o preferentemente si fuera posible, ningún tipo de manejo o transporte en absoluto. Es por ello que el flujo continuo de producción requiere que los equipos sean colocados según la secuencia establecida para cada pieza, en función de los diferentes procesos. En este caso, los talleres ya no son “talleres de prensa” o “talleres de tornos.” Por el contrario, los equipos se han dispuesto de acuerdo con los productos que elaboran o fabrican. Llamamos a esta disposición de los equipos en los talleres con Flujo de Producción Continua, “Flow Shop” o disposición en “línea” o “supermercados pull” o “lineas de proceso continuo”, o “células de trabajo”, etc.
Diferencia 3: Aproximación a la racionalización.
En los talleres de trabajo convencionales, racionalizar los procesos y las fabricaciones, a menudo significa aumentar el número de equipos o máquinas operadas por un trabajador. Por ejemplo, en un taller de prensas, la racionalización podría significar asignar tres prensas para un trabajador que anteriormente había estado trabajando sólo con dos o con una. En una Flow Shop, no podemos asignar varias unidades del mismo tipo de máquina a un solo trabajador, ya que interrumpiría el flujo de una sola pieza de trabajo a lo largo de la linea en su flujo de proceso en proceso. En cambio, los trabajadores de forma individual si que pueden aprender a trabajar con diferentes tipos de equipos o máquinas correspondientes a los diferentes tipos de procesos a lo largo de la línea. A esto lo llamamos “Operaciones multi-proceso”. Este tipo de entorno es extremadamente beneficioso para la organización, ya que favorece su flexibilidad y las de sus operarios.
Diferencia 4: Operarios.
No importa cuántas máquinas cada trabajador sea capa de llevar en los talleres convencionales de trabajo, el trabajador solo es capaz de adquirir un conjunto único de habilidades relacionadas con su máquina, como por ejemplo ser operador de prensa, o como tornero, o como cualquier otra cosa. En las Flow Shop, los trabajadores aprenden varios y diferentes conjuntos de habilidades (según el tipo de equipos con los que trabajen), todas necesarias para operar una serie de procesos diferentes, tales como el estampado o embutido en prensa, taladrado, doblado, punzonado, soldado, etc. A los operarios los podríamos llamar operarios “multi-proceso”. Nuevamente Flexibilidad en la organización.
Diferencia 5: En el proceso de inventario.
En el sistema de producción por lotes, el inventario en proceso (WIP) lo podemos encontrar en lotes retenidos entre los procesos y entre las máquinas. En flujo de producción continua, donde las piezas se mueven continuamente dentro del flujo de un proceso a otro, raramente nos encontramos con inventario retenido entre los procesos o entre las máquinas.
Diferencia 6: El plazo de entrega.
La producción por lotes tiende a crear plazos prolongados y extremadamente largos a causa de las muchas veces que los lotes de piezas se mantienen a la espera de que el lote anterior sea procesado o para que el resto del mismo lote pueda ser procesado. Por el contrario, como el flujo de producción continua mantiene que las piezas de trabajo se desplacen a lo largo de todo el camino en dirección hasta el proceso final, el tiempo de entrega del producto puede ser reducido al nivel del tiempo de procesamiento total de la pieza.
Diferencia 7: Equipo.
La producción por lotes carece de cualquier tipo de flujo global desde el procesamiento de las materias primas hasta la elaboración del producto final. Esto hace que sea muy difícil el poder detectar el ritmo de las operaciones en la fábrica. El único tipo de ritmo que puede ser evidente, es el pitch al que los trabajadores individuales trabajan con sus máquinas. Esto podría llamarse “ritmo individual.” ¿Donde está el ritmo global? Los Directores que dirigen la producción por lotes, suelen buscar mejorar las operaciones dentro de sus fábrica a través de una mayor velocidad de las máquinas, lo que hace que necesiten máquinas que puedan hacer diferentes cosas (máquinas de propósito general) y que pueden procesar rápidamente varios tipos de piezas de trabajo. Sin embargo, las máquinas de propósito general tienden a ser grandes y costosas (aumentan los tiempo de las preparaciones, las reparaciones, los cambios, etc). Cuando las máquinas grandes y costosas están instaladas, entonces los responsables de las fábricas naturalmente se preocupan por mantener una alta tasa de capacidad de utilización y eso solo lo pueden conseguir fabricando más y más productos. En ese orden de cosas, parece que nadie se da cuenta en la organización que lo importante es mantener la preocupación por los requerimientos de los clientes y no mantener la preocupación por los grandes y costosos equipos.
El flujo de producción continua tiene un enfoque casi completamente opuesto, haciendo hincapié en mantener un flujo de producción suave y sin problemas, desde la llegada de las materias primas, hasta la elaboración del producto final. Hay un ritmo general claro en la producción, y el tempo de este ritmo es fijado por los pedidos de los clientes. Nuevamente aparece el Takt Time. Cada máquina a lo largo de la línea de producción ha de ser como un bar de música. No hay necesidad de apresurar el ritmo para ir más rápidos. La producción siempre debe ser lo suficientemente lenta como para permanecer en el flujo general. Tampoco hay necesidad de apresurarse cuando hay un cambio en los modelos de los productos. Cada máquina debe servir solamente para una función principal. Cada máquina debe ser una máquina especializada que haga hincapié en la calidad por encima de la velocidad. Estas máquinas especializadas deberían servir sólo para una función mínima requerida (máquinas sencillas para hacer algo en concreto, especialización) y deben ser lo suficientemente compactas como para caber en la línea de producción o agruparse como célula de trabajo. Naturalmente, estas máquinas que son más lentas y más especializadas, son de bajo coste y por lo tanto no hay necesidad de preocuparse por tasas de utilización en su capacidad. En cambio, nuestra mayor preocupación sería garantizar y mantener una alta tasa de utilización en su uso (es decir, la calidad de servicio al cliente) para evitar interrupciones en el Flujo Continuo de Producción.



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